Entrenar a un cachorro para ir al baño

entrenar a un cachorro para ir al baño

Qué duda cabe que entrenar a un cachorro para ir al baño, en el lugar y tiempo indicado, es fundamental para una convivencia armoniosa. Especialmente si vives en un departamento o al interior de tu casa. No es difícil, pero requiere dedicación.

Perros que nunca aprendieron; cachorros y perros con dificultades

Hoy en día se está adoptando perros que pueden tener más edad, además de traer un cachorro a casa. Entonces podemos resumir tres posibilidades: perros que nunca aprendieron; cachorros que deben aprender y perros que perdieron el control sobre sus deposiciones.

Aprendiendo a vivir en casa

Demás está decir que es necesario que el perro adoptado aprenda a convivir lo antes posible en casa. Por esto es fundamental que estés preparado e inicies su entrenamiento desde el momento que llega a tu casa. No es verdad que un perro de más meses no puede aprender, de hecho es al revés, porque un cachorro comienza a entender consistentemente a los seis meses.

El entrenamiento es más que simplemente aprender dónde puede hacer sus necesidades. Cachorros y perros deben aprender a “aguantarse” hasta llegar a la ubicación designada, y a avisar cuando necesitan ir.

El Confinamiento

Como no podemos estar vigilándolos permanentemente, es necesario tener un espacio seguro y adecuado para los tiempos en que estén confinados. Suena a cárcel, pero debe ser un espacio cómodo para ellos.

La mayoría de los perros no ensucian el entorno de su cucha y alimento, de modo que si queda confinado donde duerme, lo más seguro es que aprenderá a aguantarse. Así, cuando el perro disfrute su éxito luego de descargarse en el exterior, se producirá un reforzamiento positivo y podrás comenzar a ampliar el área en que queda no supervisado. Pero hazlo en forma gradual.

La importancia de las rutinas

Ambos, dueños y mascotas, se benefician de tener rutinas bien establecidas. La rutina abarca los tiempos de confinamiento, las salidas, las horas de comida, de juego, de caminata y en general de las actividades en que toma parte tu perro.

Al inicio conviene sacarlo cada dos horas, especialmente con cachorros. Un perro es capaz de retener el doble de su edad en meses más uno. Por ejemplo, un cachorro de tres meses debería poder aguantar cuatro horas. Pero la rutina misma de sacarlo activará sus deseos de orinar o hacer caca.

El horario de las comidas: Siempre a la misma hora y siempre la misma cantidad. Un perro adulto debe comer dos veces al día, dividiendo la ración diaria en partes iguales.

Algunas ideas a tener en cuenta

  1. Acompañarlo en su salida para recompensar su éxito. La recompensa inmediata reforzará la idea de que este lugar es “¡fantástico!”
  2. Repetir alguna frase, en el momento en que se disponga a hacer. Por ejemplo, ¡dale! O lo que prefieras. Esto lo ayudará a entender el sentido de salir a este lugar, y también cuando debas cambiar de ubicación.
  3. ¿Con o sin correa? De ambas maneras.
  4. ¿Espacios públicos o en el patio de la casa? En ambos, porque en caso contrario lo pasará muy mal cuando vayan de paseo.
  5. Es bueno que aprendan a hacer en cualquier superficie, porque no siempre podremos contar con un poco de pasto.
  6. Por supuesto, si debes ausentarte debes considerar sus necesidades con la persona que lo saque a pasear.

Cómo corregir

A la hora de corregir, una diferencia es fundamental: ¿Descubres el desastre después de ocurrido o justo en el momento? Si lo ves en el momento, dará señales justo antes. Por ejemplo, olfatear y dar círculos alrededor del lugar elegido. Es el momento de actuar con un “¡Vamos!” y sacarlo rápidamente a su lugar designado. Lograrás además que manifieste sus ganas con claridad.

Y si lo encontramos justo en el momento, levantar la voz (¡eepa!) y llevarlo a su lugar habitual. Esto reforzará la diferencia.

Pero si lo descubres más tarde, cuando ya pasó, es difícil que extraiga lecciones que modifiquen su comportamiento.

Recompensas que valgan el esfuerzo

Debe ser parte integral del proceso guardar algo que le encante como recompensa, y dárselo luego de cumplir la tarea. Porque les gusta ser recompensados.

Regresiones

Encontrar nuevamente fecas o manchas de orina desanima a cualquiera. Vale la pena descartar posibles causas:

  • Infecciones al tracto urinario. Antes de asumir que es un problema de comportamiento debes descartar otras causas con el veterinario. Antes de su chequeo, revisa si sus hábitos de agua y comida se han modificado.
  • Nuevos escenarios. Está entrenado en tu casa, pero no en casa de tu amiga. Detesta la lluvia y por eso se aguantó en el paseo. Etc. Debes pensar en cómo ayudarlo a adaptarse.
  • La diferencia entre marcar y aliviarse. Marcar es natural en los machos a partir de la adolescencia. Llegado el momento es necesario volver a iniciar el proceso de aprendizaje antes descrito. Y para perros que insisten en marcar, una banda elástica en su barriga puede servir de ayuda.
  • Considera el miedo como factor. Puede que haya un nuevo factor, por ejemplo una construcción vecina cuyo ruido lo asuste.

Cuando no es un problema de entrenamiento

Urinar y defecar involuntariamente  puede ocurrir por muchos motivos, siendo el factor común que el perro no tiene control sobre este impulso. Por ejemplo:

  • Vuelves a casa y se orina al verte, de pura alegría. Puedes hacer que el rencuentro sea menos excitante, por ejemplo saludándolo a la pasada. O desviando su atención, por ejemplo tirándole su pelota preferida.
  • Orina de subordinación. Es una reacción emocional a la necesidad de mostrarse sumiso. Por ejemplo, ante una persona extraña en la casa. El perro reacciona a la postura o volumen y tono de voz del extraño. Es importante adelantarse y que sepa que estás acompañándolo.
  • Incontinencia. La enfermedad y la edad pueden causar incontinencia. Por ejemplo, la diabetes. O en hembras, un cambio hormonal. Existe medicación y pañales que pueden ayudar.

Qué necesitarás

  • Artículos de limpieza que efectivamente remuevan el olor. Porque si éste permanece, será señal de que ese territorio es “aprobado”.
  • Alfombras “potty pads” (su nombre en inglés puede servir para comprarlas). No parecen una buen idea para un perro que acostumbre a salir.
  • Bandas elásticas. Aunque en muchos casos no previenen el marcado, son efectivas para evitar que el perro ensucie dentro de la casa.

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Fuente: Whole dog journal

 

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