A través de la historia, las personas han utilizado el fuerte sentido del olfato del perro para la búsqueda y la caza. Si sientes curiosidad, en este artículo comparamos el olfato del perro con el nuestro. Sin embargo, puede usarse para mucho más que eso. Por ejemplo, puedes aprovechar el gran olfato de tu can para adiestrarlo y poder lograr que deje de estar en ciertos espacios o subirse a tus muebles a través de los olores que los perros odian. Con el tiempo, él mismo relacionará el olor desagradable con las situaciones u objetos, y se mantendrá alejado.
Olores que no les gustan a los perros
Cítricos
La mayoría de los perros detestan los olores cítricos, en especial si se encuentran concentrados. Por lo tanto, olores como el del limón o la naranja los harán desaparecer en segundos.
Afortunadamente para ti, a la mayoría de personas les gustan estos olores porque los relacionan con cosas frescas. Así, no será un problema para ti rociar con extracto los muebles de los que quieres que se aleje tu perro, o dejar unas cáscaras de naranja o limón para evitar que tu can las dañe.
Lo mejor de esta estrategia es que a pesar de ser un buen “repelente de perros”, este rociado cítrico es completamente inofensivo para él.
Algo que puedes hacer es extraer un poco de jugo de limón y mezclarlo con un poco de agua. De esta manera, podrás usarlo como un spray que puedes rociar en casi cualquier parte y funcionará como un repelente temporal.
Ten en cuenta que los cítricos pueden afectar a algunas plantas o manchar la tela si se expone al sol, de modo que asesórate bien antes de usarlo sobre un objeto o superficie.
Vale aclarar que el gusto puede cambiar, si acostumbras a tu perro a oler o consumir cítricos, pues lo más probable es que deje de molestarle.
Ají
El ají, en especial aquel que es muy picante, tiene un componente que es irritante para la nariz de los perros. Por este motivo, procuran evitar todos los objetos que les huelan a ají.
El ají en polvo es muy bueno para ser usado en zonas donde no quieres que tu perro ingrese, pero lo mejor es depositarlo en sitios que no estén a su alcance, para evitar que este ingrese a su nariz, boca u ojos.
Ten en mente que una vez has manipulado ají debes lavarte muy bien las manos, pues cualquier contacto con una mucosa, ya sea tuya o de tu perro, puede generarles irritación.
Por último, no importa lo que te digan, incluso si está disuelto en agua, nunca rocíes directamente a tu perro con este producto, puedes causarle una experiencia innecesariamente dolorosa.
Vinagre
Debido al sensible olfato de los perros, el vinagre puede llegar a ser insoportable para ellos. Así que puedes usarlo poniendo recipientes abiertos con este líquido en su interior. Sin embargo, el olor a vinagre no es algo que quieras tener en tus muebles o en tu casa, por lo que se recomienda especialmente para exteriores y para proteger tus plantas tanto de perros como de gatos.
Alcohol
A la mayoría de perros no les gusta el olor del alcohol, al parecer debido a que su olor es demasiado fuerte.
No se recomienda usar directamente el alcohol sobre las superficies (ni qué decir de tu mascota). Lo que puedes hacer es untar bolitas de algodón y colocarlas en los lugares que quieres que tu perro evite, eso sí, lejos de su alcance o del de tus hijos.
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Referencia: Canidae